Capítulo 1: me encuentro mal

Piii, Piii, Piii… Por Dios que alguien pare ese maldito ruido…Piii, Piii, Piii… ¿nadie más lo oye?, ese zumbido ensordecedor que se te mete en la cabeza y retumba una y otra vez… ¡¡¡Paradlo!!! Me va a estallar la cabeza.

Al final recuerdo que hoy es lunes y es la alarma de mi BlackBerry. Así que opto por estirar algo el brazo palpar la mesita de noche y posponer la maldita alarma 5 minutos.

¿Quién duda de la teoría de la relatividad de Einstein? Yo desde hace muchos años la experimento cada mañana en mis propios huesos. 5 minutos que se vuelven muchas veces en 5 segundos. Otras veces en 1 minutos, pero nunca, y digo nunca, son los 5 minutos, los 300 segundos.

Cuando suena el despertador siempre se dobla espacio-tiempo y nunca puedo disfrutar de esos 300 segundos. Que se dejen los físicos del estudio de la colisión de dos simples partículas para comprender algo que sucedió hace millones de años y que dediquen más tiempo y dinero a este fenómeno, que está sucediendo en presente y que es repetitivo, me sucede cada día. ¡¡¡Quiero mis 300 segundos completos!!!

Piii, Piii, Piii… ¿qué os decía?, ¿acaso han pasado ya 5 minutos? El experimento se puede repetir y puedo volver a posponer 5 minutos más, pero es como si ya supiese por donde tiene que doblarse la línea de espacio-tiempo y el fenómeno se repite pero a más velocidad. Así que hace años opte por levantarme al primer posponer y no jugar con el futuro de la humanidad. Creo firmemente que si pospusiera la alarma una y otra vez al final crearía un agujero negro que conduciría a la destrucción del mundo. Así que mejor no tentar la suerte, yo no quiero ser el responsable de ello solo por no querer levantarme.

¡¡¡Maldita sea!!! Lo he vuelto hacer otra vez, pensando en esos 5 minutos me he olvidado de apuntar los números y letras que estoy soñando noche tras noche. Cuando me acuerdo de ellos y cojo lápiz y papel los mismos han desaparecido de mi mente. Qué le vamos a hacer, a ver si mañana hay más suerte.

Bueno espero que una buena ducha matutina y un café doble me despeje algo mi cabeza. Desde hace algunos días que noto que no me encuentro muy bien.

El viernes lo justifiqué por la dura semana de trabajo. El sábado pensé que era la resaca de la fiesta del viernes y el domingo dije que era debido al tiempo nublado. Hoy lunes lo achaco a que es precisamente lunes y las vueltas al trabajo siempre me han costado. Y eso de soñar una y otra vez esos números y letras, no me deja descansar lo que mi cuerpo necesita.

Pero dejando aparte mis tribulaciones mentales para justificar este malestar y así no tener que ir al médico, (nunca me han gustado los médicos) noto que algo extraño me está sucediendo ¿Será alguna de esas gripes virales? ¿Algún virus raro?

Estos síntomas son nuevos para mí. Si he dicho síntomas, en plural. No es uno, sino varios.

La verdad es que me encuentro mal.

Continuará…